La historia de Don Eloy comienza con el ejemplo de un hombre trabajador y visionario: Don Eloy Garza.
Huérfano desde los 12 años, asumió la responsabilidad de sacar adelante a sus hermanos, trabajando desde muy joven en el rastro de Nuevo León. Con el tiempo, su esfuerzo y determinación lo llevaron a convertirse en introductor de ganado, recorriendo las rancherías de la región para recoger becerros de pequeños productores y llevarlos al rastro.
En aquella época, la producción de carne seguía su curso natural: el ganado se alimentaba de pasto y forrajes, y su crecimiento dependía del ritmo de las estaciones. No existían las engordas intensivas ni los procesos industriales. Todo se hacía con sabiduría tradicional, paciencia y respeto por la naturaleza.
Inspirados en esas prácticas ancestrales, Don Eloy representa un retorno a lo esencial: la elaboración de alimentos como lo hacían nuestros abuelos —naturales, auténticos y saludables— priorizando las grasas y proteínas animales y evitando los procesos industriales que alteran la calidad y la salud.
Elaborar y comercializar botanas saludables, elaboradas a base de proteínas y grasas animales naturales, con mínimo procesamiento, sin aceites vegetales, sin aditivos ni ingredientes dañinos para la salud.
Así nace Don Eloy, una marca creada para ofrecer productos:
Tal como se hacía antes…
Antes de que la tecnología transformara nuestros alimentos.
Antes de que lo natural se volviera una excepción.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.